“Somos potencial, tenemos una capacidad innata e inconmensurable. Como seres humanos tenemos un valor incalculable». Palabras que hemos podido escuchar en diferentes ocasiones en nuestro camino de crecimiento personal.
¿Nos hemos desconectado de este sentir? ¿Por qué o para qué? ¿Si tengo ese poder porque no lo puedo sentir? ¿Dónde está las respuestas a este misterio?
Cuando decidimos, de alguna manera inespecífica, desembarcar en la tierra aceptamos la letra pequeña, las condiciones de uso y los términos legales.
El software del juego en el que estamos inmersos se coloca como si fuera una lente llena de números binarios nada fácil de resolver, en ella están serigrafiados los pensamientos, valores, creencias, discursos de toda la evolución, de la población mundial durante millones de años; y el material de construcción de esta lente son las emociones que hemos vivenciado.

Si sentimos que ese software forma parte de un programa sellado y limitado ¿cómo podemos cambiar y aprender aquello que nos conectará con nuestro sentido de la felicidad?
Imagínate que tú formas parte de la creación de este juego, cada paso que das, está modificando el software de creencias y emociones. Si lo puedes ver así, ¿Qué camino estás recorriendo y construyendo? ¿Hacia dónde estás dirigiendo tu atención y tu energía?
Te invito a poner consciencia sobre ello, ten paciencia, observa y saborea, huele, escucha, toca, aquello que está pasando por tu mente. Con la curiosidad del no-saber, mira de nuevo aquello que creías cierto y aprendido. Sumérgete en ti, pon atención a lo que sucede en tu interior, mira como se despiertan sensaciones y emociones.
¿De qué te das cuenta? ¿Cómo haces para estar así? ¿Cómo podrías generar un cambio? ¿Qué pasaría si te dieras permiso? ¿Cómo te sentirás cuando lo hayas logrado? Y si ese valor o emoción fuera tu maestra ¿Qué te diría ahora?
Que bello tener la capacidad de observar lo que nos sucede con una posición más amplia, cómo si miráramos un paisaje ajeno, que poder, saber que eso que vemos lo estamos creando y co-creando y que sabiduría, confiar en la información que se desprende y revisar y retocar aquello necesario para acercarnos a la comprensión del juego en el que estamos inmersos.
Qué pasaría si nos conectamos con ese potencial y dejamos que se desborde como una cascada con tal fuerza que limpie la lente, que se vislumbre todo lo que contiene, que se muestre esa parte de nosotros genuina, que tengamos presente que somos: seres humanos.
La respuesta la tienes tú.
Javi Castillo Rubio