Es cierto que delante de algunas situaciones que vivimos en nuestro día a día no podemos hacer nada. Es cierto que hay cosas que deseas y te gustaría conseguir que no lograrás. Es cierto que tú puedes propones y la vida dispone. Seguro has experimentado, más de una vez en tu vida, estas líneas que escribo.
Si otorgas un sentido trascendente, llámalo destino, a lo que te sucede es posible que estos tragos amargos tengan tonos dulces. Si aprovechas la incertidumbre y el contratiempo como gasolina para desarrollar tus habilidades humanas, el dolor no genera tanto sufrimiento. Si en cada envite de la vida reconoces que el Caos es más poderoso que el control que tratas de ejercer, algo en ti se relajará. Y así, podrás enfocar toda tu energía en aquello que depende de ti, que puedes dominar y elegir, lo que está a tu alcance y que te sirve de materia prima para darle fondo y forma a tu vida. Para alinear las velas de tu nave hacia las tierras que anhelas.
No se trata de obviar el dolor para solo ver el placer. No se trata de esconder la tristeza y solo dar rienda suelta a la alegría. O de dejar la rabia dentro de ti para transmitir solo la paz. Se trata de vivir cada emoción, pensamiento, actitud con la mente y el corazón del aprendiz. Con la misma intensidad y atención que aquel paisaje paradisiaco que descubres por primera vez. Del primer abrazo, de la sonrisa de tus hijxs, del abrazo con tu madre o tu padre, de tu primer éxito personal y laboral. Dando espacio a que se exprese, con su poder y limitación.
La vida tiene una gran parte subjetiva. Podemos ver ejemplos de personas que según nuestras creencias tienen una vida pobre u horrible y que transmiten alegría, paz, dicha y en el lado contrario, gente que parece que lo tiene todo y se sienten desdichadas. Tal vez, la desdicha alberga la expectativa alta, las necesidades creadas por una cultura de consumo, del tener, y de la escasez material, más allá de lo necesario, como debilidad y muerte.
Tú puedes elegir donde quieres poner tu energía. Y darte cuenta de qué necesitas realmente. Si hablo de mí, en la vorágine de una etapa sin aparentes avances y la necesidad de conseguir éxitos con la consecuente ansiedad y estrés por no conseguirlos, me daba cuenta de que todo está bien. Que, si miro lo que está ahora en mi vida, sin demandar y exigir para cumplir mis expectativas mentales, reina la paz, la tranquilidad y el amor.
El éxito de tu vida está en la subjetividad. No te estreses por lo que llegará porque cuando cumplas tus expectativas, con toda la energía invertida, llegaran más. Hacia delante, siguiendo el futuro, te encuentras una constante lista esperando tu check. Infinita, para no aburrirse. Con una marea de emociones agradables y desagradables según el momento externo que estés viviendo. Con alabanzas y desprecios hacia ti mismx según los pasos que des. ¿Esto es lo que quieres? Adelante. ¿Deseas una paz de fondo más allá de las circunstancias? ¿Sentir que estás firme, ancladx en la marea de la vida? ¿Tener la suficiente perspectiva para que tus fantasmas se desvanezcan con tu mirada atenta? Si es así…
Mira hacía dentro. Date espacio para conocerte. Para clarificar tu funcionamiento. Conocer tus mecanismos emocionales y mentales. Reconocer tus valores. Y algo muy importante, seguir lo natural que nace de ti. Y desde ahí, aquello que no controlas, aquello que no podemos elegir y que la vida dispone, será el abono para que logres la vida que te mereces, la que estás dispuestx a vivir.
Aquella que eliges desde, por y para ti.
Yo te acompaño para que puedas lograrlo. Aquí estoy, a tu lado.
Javi Castillo Rubio
Cree en ti, crea una realidad diferente.