¡Orden en la sala! Es una frase que seguro has escuchado en directo o diferido cuando has estado o has visto un Juicio. En el momento que la gestión en el turno de palabra, el volumen o el tono sobrepasa lo que consideran la normalidad, el juez o la jueza verbaliza esa frase. Con el objetivo de volver las aguas a su cauce.
Podríamos decir que en este caso es una ayuda para generar orden, dar espacio a cada protagonista, escuchar, observar y legitimar lo acontecido para luego decidir un veredicto.
Ahora te pido un breve ejercicio. Imagina que, en tu mente, se está llevando a cabo un juicio. Hay varios protagonistas, las emociones, las creencias, tu discurso mental, la experiencia de tu pasado y las expectativas de tu futuro. Todas las partes están compartiendo lo que creen su realidad y su verdad. Tú sientes que no tienes la situación clara, que todas están hablando a la vez, que elevan el tono, desprecian, hablan con soberbia y prepotencia. Intentas decidir quién tiene la razón para tomar una decisión. Y cuando parece que lo tienes claro, aparece otro argumento que te vuelve a desbaratar tus planes.
¿Has pensado alguna vez que tienes el poder de decisión más allá de lo que piensas y sientes?
En el ámbito de la salud, a nivel psicológico y físico, una de las grandes claves para el éxito y el bienestar es buscar el orden que nos permite generar equilibrio entre todas nuestras partes. Volvamos al juicio.
¿Cómo puedes generar orden en tu interior?
El primer paso es darte cuenta de que siempre, con más o menos facilidad, puedes realizar el ejercicio de sentir que tú eres quien toma la decisión. Sitúate un paso atrás de tu situación, coge perspectiva ante tus creencias, emociones y cuerpo.
El segundo paso es dar voz, escuchar y observar la información que te llega de tus pensamientos y emociones, de tu cuerpo, del estado de ánimo y la energía que tienes. Se trata de legitimar aquello que pasa en tu interior, para generar distensión. Aunque tu situación sea desagradable y te genere tensión, la idea es mantener la mínima tensión posible. Para poder decidir con un estado personal lo más óptimo posible.
El tercer paso, tómate el tiempo que necesites. Puedes aplazar la sesión contigo mismx o dejar visto para sentencia sin responder ahora. Recuerda, la solución en muchas ocasiones se presenta en tu puerta cuando das espacio para que suceda. Y esto significa confiar en tu capacidad de resolución. “La respuesta será la mejor posible para ti en tu momento actual” y seguro que estará sujeta a cambios en cualquier momento.
El cuarto y último, toma la decisión. Y esto significa dar un paso más en tu camino. Bien o mal, ya se verá. Los errores, si así lo decidimos, son escalones hacia nuestro bienestar. Y el bienestar se siente en relación con todos aquellos momentos de dificultad. Cuando puedes valorar la capacidad y energía personal invertida en tu vida.
Para ir concluyendo, júzgate bien, las críticas constructivas son un regalo. Acuérdate que eres tú quien decide y tienes una gran experiencia para poder hacerlo.
Y si así no ves clara la situación, siempre puedes pedir ayuda…
Para poner, ¡Orden en la sala!
Javi Castillo
“Reconoce tu valor, cambia tu realidad”