¿A ti te pasa que cuando piensas en tu futuro e imaginas tu familia, tu entorno, a ti mismx, te aparecen imágenes más bien desagradables?
¿Cuántos accidentes, enfermedades, peleas, muertes… Han sucedido en tu mente?
¿Te has preguntado alguna vez por qué sucede esto? ¿Qué hace que nuestra mente se proyecte en situaciones desagradables y le cueste más proyectarse en situaciones exitosas?
Yo me lo pregunto a menudo. Qué o cómo hemos hecho para que una herramienta tan poderosa se enfoque más en aquello que nos limita, en vez de enfocarse en lo que nos empodera.
Queda claro que sucede esto en el ser humano con uno de los recursos que utilizo en mis workshops y formaciones. Propongo que las personas asistentes hagan una lista con 5, si solo 5, habilidades o capacidades que valoran en ellas mismas. En muchas ocasiones parece un esfuerzo titánico encontrarlas. Y entonces cambio la consigna. Sugiero que hagan una lista con aquello que les parece de menos valor; surge una retahíla y a veces, verbalizan, “No se acabaría nunca”.
¿Es la naturaleza de nuestra mente? ¿Es la supervivencia la que nos hace focalizar en aquello que no nos gusta? ¿Es la educación? ¿Es la concepción del tiempo? ¿Es la muerte? Muchas preguntas te han surgido, estoy seguro. Aunque creo que ya se ha reflexionado sobre este tema. Y hay respuestas de todo tipo. Psicológicas, provenientes de la neurociencia, de la física… Pero parece que seguimos en la misma tendencia, evidente aún más con el momento social que venimos experimentando estos años.
Una de las preguntas que más me repito es ¿Cómo podemos cambiar la tendencia limitante y conectarnos con una tendencia exitosa?
Y siento que un gran paso puede ser poner atención a nuestra nutrición. ¿Ahora nos ponemos a hablar de comida? No. Me refiero a toda aquella información que recibimos y que, consciente o inconscientemente, deglutimos a través de nuestros sentidos. Imágenes, palabras, emociones, sensaciones…
¿Pones atención a con qué tipo de información te está nutriendo? Y no hablo de conspiraciones, ni teorías, ni sistemas… Hablo de qué ves en la tele, qué lees, a qué pones atención en la calle, en tu trabajo, con tus hijos, con tu pareja…

El primer paso es darse cuenta. El segundo, ¿Cuál te gustaría que fuera la información que nutre a tu mente? ¿Qué te acerca a sentirte como tú quieres? Tienes la posibilidad, aunque pueda resultarte complejo, de escoger. Y la misma intención te dirige a tus acciones. A cambiar esos hábitos que están perpetuando que tu lista de desvalores sea más grande que la de tus valores.
Si crees en ti, si sientes lo bueno que te aporta la vida, si te das permiso de ver la belleza incluso en lo desagradable, si dejas de darle energía a aquello que te desgasta y se la das a construir conscientemente tu vida ¿Crees que por tu mente seguirán viajando los mismos pensamientos? ¿Crees que sentiras más autoestima?
Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de cuantos pensamientos negativos y repetitivos conviven conmigo. Y aprendo cada día, con más o menos éxito, a darle el valor, el espacio y la energía que merecen. Porque he comprobado que no me llevan al estado personal en el cual quiero estar.
Y se trata de generar el hábito, de introducir otros códigos diferentes en nuestra mente. Como un ritual que forma parte de tu rutina y va moldeando tu nueva mente.
A través de los actos repetitivos, de los mensajes y las afirmaciones poderosas. Cambiando tu mapa neurológico.
Al principio resulta más costoso, pero el beneficio es infinitamente mayor que quedarte como estás ahora.
Déjate vivir más allá de tus circunstancias, más allá de tu cuerpo y de tu mente. Cambiar la tendencia es fruto de verte más allá, de conectar contigo, con el poder que te otorgan todas tus experiencias, aprendizajes y recursos personales.
Des del reconocimiento a la perspectiva, des del control a la flexibilidad, des de una mente gobernada por la supervivencia a una mente dirigida por la experiencia vital.
Porque, al final, todo es útil para seguir creciendo. Crecer en la tendencia que genera realidades diferentes en ti y en nuestra sociedad. Para reconocer tu valor y el privilegio de estar vivx.
Javi Castillo
Reconoce tu valor, crea una realidad diferente