¿Dónde está la belleza? Se descubre ante el amor.
La belleza viste cada espacio que vivimos, que experimentamos. Sea cual sea la situación en la que estas inmerso/a, abre tu mirada, pon atención y extrae como néctar de las flores todo ese jugo que se desprende de tus pasos, del espacio en el que habitas y de las relaciones que estableces.
No hablamos de una belleza perceptible a los ojos, aunque también lo sea, no hablamos de una belleza estructural, de la superficie, de las formas, aunque forma parte de la misma. Es una belleza que se intuye, que se descubre, que hace que encuentres todo el valor y el sentido a lo que está pasando. Lo bello del dolor, de la tristeza, de la angustia, … Te muestra tu parte más vulnerable e inocente, y que bonita esa parte de ti.
Si nos vestimos de doctorxs o sanadorxs de nosotros mismxs, podemos auscultar los latidos de vida de nuestras experiencias, conectándonos así con el sentir que se desprende y nos invita a conectar con nuestro corazón.
La belleza y el amor se difuminan detrás del velo de la normalidad, bendita normalidad. Un rayo de sol, una sonrisa, una mirada, una palabra, el olor de la mañana…
Para pasar de la belleza oculta a auscultar la belleza, abre tu corazón auténtico.
Javi Castillo Rubio