Como una planta en el bosque, en un día lluvioso el agua cae, fina, sobre las verdes hojas y las sinuosas ramas. Caen millones de gotas que se desprenden del cielo y a cada planta le pertenecen aquella que les nutren y les regalan la hidratación de vida para seguir creciendo. Aquellas gotas para la planta son aliento de vida, forman parte de su destino personal, aquellas conexiones inevitables por las que pasará.
Y aunque se nutra únicamente de las gotas que caen en “su” tierra, todas las demás gotas que alimentan el bosque de manera indirecta están ayudando a esa planta, ya que alimentan a las demás que forman parte de su red de conexiones, a su equipo.
La planta como metáfora de nosotrxs mismxs. De todos los millones de personas que ocupamos este planeta tierra, tú tienes una conexión consciente con unas cuantas personas, aquellas con las que te relacionas y caminas en la vida. ¿Podría ser casualidad, que de tantas posibilidades te encuentres con él o con ella? ¿Podría ser casualidad, que, de infinitas posibilidades a la hora de emprender un camino u otro, te veas inmersx en el lugar donde ahora te encuentras?
Es cierto que hay lluvias finas y tormentosas, algunas que acarician, otras que remueven y destrozan. Todas ellas te pueden nutrir si así lo deseas en las diferentes fases de tu proceso. Porque el aprendizaje y la oportunidad surgen del lugar donde tú lo quieras crear.
Para mí una de las claves para poder extraer todo el aprendizaje y recoger los frutos de cada experiencia, sea cual sea, es darle un sentido a lo que estás viviendo. Un para qué. Y ese sentido es único para ti. Tal vez más adelante le des o descubras que esa experiencia tenía un sentido diferente del que pensabas, pero es una pista de aterrizaje que construyes para poder desembarcar y tocar la tierra de tus metas y objetivos.
Y con ese sentido, amplías la mirada y te puedes ayudar a caminar los momentos más complicados de tu viaje en la vida. Y también a potenciar y disfrutar más de los buenos ratos.
¿Cómo te relacionarías con esa persona o situación que sabes que está en tu vida para nutrirte? ¿Y si eres consciente que de millones de posibilidades ahora estás justo ahí? ¿Y si esa gota de lluvia que ahora ha caído en tu tierra es una conexión inevitable en tu vida?
Cuando llegue el justo momento alumbraras tus frutos, y tus metas y objetivos se convertirán en acciones y resultados que de alguna manera tú te darás y aportarás a la sociedad y al mundo. Y las personas y situaciones que han formado parte de tu camino, que han caído en tu tierra como las gotas del cielo, formaran parte de tus cambios y de tus éxitos. Tus frutos también han nacido gracias a su aportación que, de manera consciente o inconsciente, más agradable o desagradable, se pusieron al servicio para que tú desarrollaras la belleza, la sabiduría y el poder que llevas dentro.

Javi Castillo Rubio