En diferentes momentos de mi formación personal he trabajado el desarrollo de habilidades, competencias, capacidades… con el objetivo de poder mostrar mi mejor versión al mundo. Y esta última afirmación “mostrar mi mejor versión” me induce a la reflexión.
¿De dónde nace la capacidad y/o habilidad, de mostrar diferentes versiones de unx mismx? Alguna más cercana a nuestra esencia, a la autenticidad, al bienestar y otras que nos muestran partes de nosotrxs que tal vez son más crudas, desagradables, eso que le ponen el nombre de “sombra”, lo oscuro que habita en nosotrxs.
Y la respuesta a esta cuestión me la ofrecieron, sin ellas saberlo, o eso creo, unas chicas, gemelas. Eran idénticas pero tenían una diferencia, una de ellas tenía un lunar en la comisura de los labios. En ese momento una imagen me vino a la mente, las veía como creadoras de ellas mismas, se habían dibujado al 99% iguales y únicamente en el 1%, al menos de manera visual, habían escogido diferenciarse. Claro está, las dos chicas me abrieron a la metáfora y justo en ese instante sentí la convicción: ¡somos artistas de la creación!
Somos los creadores de nuestra realidad, imagina que cuando nacemos se nos otorga un lienzo en blanco, o tal vez ya con unos trazos, y un pincel para dibujar nuestra vida, nuestra obra de arte. Las pinturas se van creando, hechas de emociones, sentimientos, creencias, valores… y el trazo lo compone las diferentes acciones que realizamos y las experiencias que vivimos.

Y claro, esa obra de arte es tan intensa, que nos seduce, nos envuelve y cómo en Alicia en el país de las maravillas caemos por el agujero hacia la “realidad” del día a día. Esta inmersión nos hace sentir tan protagonistas de aquello que estamos viviendo, que nos olvidamos que no solo somos lxs actores principales, sino que también somos ¡¡lxs creadorxs!!
Podemos elegir el color, la tonalidad y el trazo que queremos expresar en nuestro lienzo, de aquello que estamos viviendo. Modelando lo externo, la situación que tenemos delante, y también lo interno, nuestro cuerpo, mente, emoción y estado de ánimo. Y vuelvo a conectar con “nuestra mejor versión”. Tenemos un gran poder como seres humanos. Pero espera… Porque no solo formamos parte de nuestra obra, sino que también aparecemos en las pinturas de las personas que se cruzan en nuestro camino de una manera u otra. ¡¡Somos co-creadores de la “realidad”!!
…Ahora, respira profundo… ¿Dónde estás? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Qué pinturas y qué trazo has utilizado para dibujar el momento presente? ¿Es la obra que deseas? Que parte de ti muestra? … ¿y en las obras de los demás? ¿Cómo apareces? Qué influencia tienes?…
Estas preguntas te ayudarán a saber si estas en tu «mejor versión», y no quiere decir que esta sea mejor que la anterior o incluso que la siguiente, porque en cada momento has dibujado y expresado aquello que para ti era importante. No te consideres peor artista o creador/a de tu vida por haber plasmado en el lienzo algo que no te gusta porque más allá de la forma, es tu creación. Ha nacido de ti y para ti, solo por esto ya merece tu amor, al igual que tú.
Y creo y siento que aquí está la clave. Todxs, como artistas que somos de nuestra creación, hemos plasmado dibujos luminosos, paradisiacos, con finas líneas, pero también oscuros, de tormenta, con trazos desgarbados. Por lo tanto más que mejores versiones comprendo que lo que nos hace evolucionar y crecer en una dirección saludable es la aproximación a nuestra versión original, aquello que nace de nosotrxs que identificamos como autentico e indomable, y que igual que todo el universo y la materia de esta vida, va evolucionando, creciendo, cambiando,…
Si abrazamos todas nuestras obras, nos amaremos a nosotrxs y si esto sucede accederemos en cada momento a la versión original para dar el siguiente trazo en el lienzo de nuestra vida.
Javi Castillo Rubio